John Dunstable, un acercamiento
El Renacimiento ha de ser, para el imaginario popular de Occidente, uno de los períodos más atractivos de la historia europea. Si bien no existen fechas exactas para delimitar su duración, aproximadamente comprende los siglos XV y XVI, aquellos de grandes y profundos cambios tecnológicos, territoriales, políticos, filosóficos, morales, artísticos, etcétera: el “descubrimiento” y conquista de América, el perfeccionamiento de la imprenta a manos de Johann Gutenberg y la publicación de El príncipe (1532), de Nicolás Maquiavelo, por mencionar algunos. Si esta etapa de la historia occidental lleva por nombre Renacimiento, se debe a que se encontraba vigente la idea de recuperar el conocimiento y los valores de Grecia y Roma antiguas; fueron los intelectuales del humanismo quienes se encargaron de ello.
La música, al igual que otras artes como la arquitectura o la pintura, fue influenciada por el humanismo: el naturalismo del claroscuro, por ejemplo, es equivalente a la ampliación del ámbito —es decir, el alcance de tonos más graves y más agudos— en las composiciones musicales coetáneas. No obstante, a diferencia de otras artes, el Renacimiento musical proviene del norte de Europa, específicamente, de las regiones franco-flamencas, y no de Italia. En el contexto de la Guerra de los Cien Años, enfrentamiento entre Francia e Inglaterra, se produjo un intercambio de estilos entre la música de ambas regiones¹. Los franceses distinguían rasgos característicos en la música inglesa (contenaince angloise): el uso recurrente de consonancias y, por consiguiente, la escasez de disonancias (Burkholder et al., 2008, p. 207).
John Dunstable
Entre los primeros exponentes de la música renacentista, uno de los más importantes fue John Dunstable (c. 1390-1453), compositor inglés de la primera mitad del siglo XV. Además de músico fue también matemático y astrónomo: cabe destacar que «Pocos cantantes, compositores o intérpretes trabajaron únicamente como músicos; como en la Edad Media, la mayoría tenían responsabilidades adicionales» (Burkholder et al., 2008, p. 191). Entre sus aproximadamente setenta composiciones podemos hallar todos los principales tipos de polifonía de la época: motetes isorrítmicos, secciones del ordinario de la misa, composiciones sobre canto llano, composiciones libres sobre textos litúrgicos y canciones “profanas” o seculares (2008, pp. 210-211).
Inherente a las obras de Dunstable es la ausencia dos compases consecutivos con el mismo ritmo, así como el hecho de que las melodías progresan por grados conjuntos² combinados con intervalos de tercera³ (2008, p. 211): los intervalos de tercera son aquellos que acentúan las consonancias (imperfectas) y, por lo tanto, confieren “brillantez” a sus composiciones; mientras que el progresar por grados conjuntos genera disonancias —las “sombras”, por emplear la anterior analogía— aunque en menor y justa cantidad, bosquejando, ocasionalmente, tríadas mayores —mayor brillantez—.
A la izquierda, John de Lancaster, principal mecenas de John Dunstable. John of Lancaster, 1st Duke of Bedford, Maestro de Bedford, c. 1410-1430 (Bedford Hours, British Library, Reino Unido). |
La belleza, la armonía, que sus obras transmitían al oído contemporáneo llevó a que el teórico musical Johannes Tinctoris (c. 1435-1511) califique a Dunstable, junto a Gilles Binchois y Guillaume Dufay, como los más dignos compositores de la primera mitad del siglo XV (2008, p. 194). Así pues, para Tinctoris ninguna composición previa a 1437, cincuenta años antes de la publicación de su Liber de arte contrapuncti (1477), sería digna de ser interpretada ni estudiada.
Notas
¹ Sería impreciso, en específico, anacrónico, definirlas como países o naciones.
² Los movimientos melódicos por grado conjunto son aquellos que progresan por notas consecutivas, por ejemplo, do-re-mi.
³ Los intervalos de tercera se constituyen a partir de una distancia de tres grados entre nota y nota, por ejemplo, do-mi, mi-sol.
Referencia
Burkholder, J. Peter; Grout, Donald J. y Palisca, Claude V. (2008). “7. La época del Renacimiento”, “8. Inglaterra y Borgoña en el siglo XV”. En Historia de la música occidental. Alianza Editorial, pp. 183-229.
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